martes, 1 de enero de 2013

Sant Antoni


17 de enero
Una de las celebraciones más tradicionales de las Islas Baleares es la Festa de Sant Antoni, que llega, puntual a su cita, el 17 de enero de cada año.


Se trata de una fiesta muy arraigada en las costumbres populares, cuyo origen se remonta a la antigua sociedad agrícola balear. En aquella época, la gente se encomendaba a San Antonio, patrón de los animales domésticos, para obtener protección de los animales útiles en los trabajos del campo.

La veneración al santo se ha representado de distintas maneras con los años, y ha evolucionado hasta convertirse en la fiesta que hoy conocemos, que nunca ha perdido la esencia de su razón de ser: venerar al santo y pedir protección para los animales.

En muchos pueblos de Mallorca, como sa Pobla, Artà o Sant Joan, el día de San Antonio es festivo; y además, en el resto de localidades donde no lo es, también se celebra de manera espléndida, congregando en las calles a multitud de gente que se reúne alrededor de las hogueras (foguerons), comparte bailes con el Demonio o acude a la iglesia con sus animales para que reciban la bendición (Beneïdes) del benevolente San Antonio.

La fiesta comienza la víspera del santo, con la llamada Revetla de San Antonio. Por la noche, se encienden grandes hogueras en las principales calles y plazas de los pueblos, mientras la gente baila alrededor. El fuego, auténtico centro de la celebración, simboliza en esta fiesta la purificación y la renovación de la vida, el triunfo del bien sobre el mal. Además, esa noche se hacen torrades (asados) y todo el mundo comparte llonganisses, botifarrons, sobrassada y otros productos típicos como la espinagada típica de sa Pobla.

Durante toda la noche, mágica para muchos, la música de los xeremiers suena incansable, y tiene lugar uno de sus mayores atractivos; el tradicional Baile de Demonios, que simboliza las tentaciones del Demonio que San Antonio glorioso tuvo que superar con frecuencia.

Al día siguiente, día de San Antonio, la festividad se hace más seria. Después de la misa solemne en honor al santo, tienen lugar las Beneïdes de los animales de la gente del pueblo. Desde canarios, jilgueros, perros, gatos, cerdos y gallinas, hasta asnos y caballos, todos los animales domésticos de los pueblos esperan ansiosos en el mismo lugar sagrado, al salir de misa, que San Antonio vele por ellos.

Ese día, en muchas localidades, continua la fiesta con desfiles de carrozas, decoradas con motivos rurales y alusiones a la vida de San Antonio:

Sant Antoni és un bon sant
qui té un dobler li dóna
perquè li guard s'animal
tant de pell com de ploma.


(San Antonio es un buen santo, quien tiene dinero se lo da; para que le guarde el animal, tanto si es de pelo como si es de plumas).
 

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